Los abuelos /

26 de noviembre de 2009 | | | |
x Leandro Sebastian
Líneas breves para un tema amplio. Puede generar críticas o no, cada uno tendrá su opinión al respecto, pero el objetivo de éste texto es simplemente un homenaje a estas personas que realmente se lo merecen: Los abuelos.
Cuando hablamos de argentinidad, ¿nos referimos solamente a lo nuestro, a lo propio de éste país? Puede ser que si. Pero hoy, para hablar de argentinidad, nos tenemos que referenciar al pasado. Y ese pasado son los abuelos. Nuestros abuelos.
Hombres y mujeres que hoy en día muchos tendrán la suerte de tenerlos y otros la desgracia de ya no.
Y son ellos, los que realmente pusieron ese granito, para conformar la “argentinidad”. Provenientes de la primera y segunda guerra mundial. El hambre, la falta de contención, la falta de una escuela y las balas que los hicieron madurar de manera muy temprana fueron los factores y las causas de dejar sus países. Dejando familia, amigos y tierra natal, se embarcaron a un viaje de ida, de esperanzas escondidas y de destino desconocido.
"ELLOS FUERON RESPONSABLES DE FORMAR NUESTRA CULTURA"
Destino: Argentina. Un país que los hospedó, pero que no les regaló la América, como más de uno soñaba. Absolutamente todo lo contrario. Con trabajo, sudor, lágrimas y aprendiendo un idioma difícil (manteniendo su acento natal como principal característica) pudieron de a poquito formar una familia. Construir un nuevo país.
Y con ellos, todos los argentinos nos acostumbramos a vivir. Ya no importaba si eran nonos, abuelos, opas, o en el idioma que se los llame (el concepto es el mismo). Ellos fueron los responsables de formar nuestra cultura. Esa cultura bien argentinizada, que hablaba de la familia, de lo cálido, los fideos los domingos, el té a la tarde o alguna comida con nombre raro. Esos hábitos, creencias, sabiduría, se fueron entrelazando con la nuestra (nativa), y se unificó, formando una mucho más valiosa. La cultura de nuestros abuelos…
Esos abuelos que tuvieron que comer papa cruda, y revolver restos de basura en las guerras para poder comer. Esos abuelos que llegaron a nuestro país y se calzaron el overol, para gastarlo, mancharlo de aceite, sudor, cansancio, con un simple objetivo: formar una familia. Ahorrar y hacer horas extras para el día de mañana construir una casa. Construir, significó ladrillo por ladrillo con cemento de por medio y mucho esfuerzo físico; sin saber un poquito siquiera de ingeniería. El valor de esas casas era el más alto, y no precisamente económico.
Ellos, soportaron dictaduras, estados de sitio, inflación, inseguridad, el dólar uno a uno o tres a uno. Ellos, nunca pudieron volver a su país natal a visitar a sus parientes, paisanos, o ver su antigua casa, sólo la gran minoría. Sí, ellos que resistieron todas, de todos modos siguieron manteniendo sus ideales: el respeto, el amor y la familia.
De los abuelos estoy hablando: de ellos que siempre dieron todo por cada uno de nosotros y quisieron y aún siguen queriendo a éste país mucho más que los argentinos de hoy en día.
De ellos hablo hoy con orgullo. Ellos, que son “el todo”, pero que hoy no se los respeta.
Porque pasaron toda su vida aportando para la jubilación y hoy con toda la furia cobran cuatrocientos pesos. Y el que no pudo aportar, porque trabajó siempre en negro, hoy se le da un sueldo parecido. Un sueldo indignante, descalificador. Hoy, esos abuelos, nuestros abuelos, los abuelos de la Argentina, hacen colas de largas horas en los bancos y en los hospitales. Ellos que ya están viejitos, cansados, doloridos, PAMI y el gobierno les ofrece largas horas de espera y turnos extremadamente extendidos para cuidarles la salud.
Hoy Argentina, que los maltratás, los olvidás, los ignorás. Hoy Argentina te digo… Que con mucho orgullo, les digo GRACIAS.

2 comentarios:

Cronista Clandestino dijo...

Muy buena pluma Leo!

En cuanto al tema, es indudable todo lo planteado. Hoy esuché por ahí que este gobierno hizo más que ninguno anterior por las jubilaciones. No estoy interiorizado en el tema, no puedo dar verdad o desmentirlo.

Dejo un pequeño anécdota. Miguel Najdorf fue el mejor jugador de ajedréz de la historia argentina. Era polaco y representaba su país an un torneo en estas tierras. El comienzo de la segunda geurra mundial lo obligó a quedarse acá, dejando familia, amigos y demás de lado. El ajedréz fue lo que lo mantuvo tranquilo para laburar y recomenzar si vida.
De todas maneras hubo un hecho clave que lo hizo quedarse. Caminando por el centro se encontró con un compatriota, y l pregutnó como andaba:
"Bien, ganándome el puchero".
Najdorf le preguntó que era eso.
"Es una comida típica de acá, un hervido de carne, verduras y embutidos"

En su tierra se decía "ganarse el pan", por lo tanto dedujo que esta debía ser una tierra muy rica si la medida mínima era el puchero.

Anónimo dijo...

COMO EN TODOS LOS ORDENES DE LA VIDA. HAY ABUELOS HONESTOS Y OTROS QUE VINIERON DE AQUELLAS TIERRAS PORTANDO IDEAS DE NAZISMO, ODIO Y RENCOR. IGUAL ES NECESARIO HOMENAJEAR A LOS ABUELOS, SOBRETODO EN EL PRESENTE QUE VIVEN. QUE COMO DICE MOSQUERA AHORA ESTA MEJOR, PERO TODAVIA FALTA.

MARTÍN.

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